Lo siento, pero no es defendible, lo de este gobierno no es defendible.Ni la hipocresía del PP ni el discurso destructivo de la ultraderecha pueden servir de excusa para la inacción de un gobierno más pendiente del Twitter que de hacer su trabajo.Con la salvedad de Yolanda Díaz y el denostado Pablo Iglesias, que han estado batiéndose el cobre desde el comienzo de la legislatura, al resto no hay por dónde cogerlos. Y así nos va.La gota que ha colmado el vaso ha sido lo del estado de alarma. ¿Alguien, por fanático que sea, puede justificar que más de un año después de su aplicación pudiera decaer sin que el gobierno tuviera un plan alternativo?
¿Alguien puede creer que las medidas que deban tomarse a partir de ahora puedan quedar en manos de la voluntad del juez o la jueza de turno? No queríamos judicializar la política y ahora judicializamos la sanidad. Quién lo entienda que me lo explique, que yo soy incapaz. Dejadez y abandono, llamo yo a esto. Y no me vale usar la falsedad, la incoherencia y el nulo sentido de estado del PP y su apéndice fascista como justificación. ¿O acaso alguien dudaba de lo que iba a hacer la banda de Casado?Dedíquese a trabajar, señor Sánchez. Apártese de la política de Instagram, deje a un lado la impostura y las frases hechas, huya de encuestas y electoralismos, olvídese de su futuro y del de su partido y piense en nuestro presente, que ya está bien. Mírese en el espejo de Gabilondo, ese señor que estuvo dos años desaparecido y que sólo elevó la voz en plena campaña para atacar a su izquierda y hacer seguidismo a Ayuso y sus secuaces. Mírese en ese espejo y, si su soberbia no se lo impide, observe el resultado. ¿Dice usted que es de izquierdas? Olvídese de presiones y complejos y demuéstrelo.
Educación, sanidad, pensiones, servicios sociales, empleo, etcétera. Ahí es dónde hay que dar el callo, pero desde la ideología, salvaguardando a las y los más débiles y protegiendo a la clase trabajadora.Hágalo ahora o en un par de años lo hará esa derecha carroñera y voraz, que sigue engordando del desencanto y la incertidumbre que usted genera.
Educación, sanidad, pensiones, servicios sociales, empleo, etcétera. Ahí es dónde hay que dar el callo, pero desde la ideología, salvaguardando a las y los más débiles y protegiendo a la clase trabajadora.Hágalo ahora o en un par de años lo hará esa derecha carroñera y voraz, que sigue engordando del desencanto y la incertidumbre que usted genera.
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